Monarquía andaluza

Los andaluces parece que tenemos nuestra propia monarquía, el gobierno de la Junta. Desde que hay democracia un partido, el PSOE, ha mantenido la gestión del ejecutivo ininterrumpidamente. Primero ganando elecciones democráticas y más recientemente con una nueva forma de participación ciudadana, la "dedocracia".  

Me indigna la forma en que se pasan el poder los políticos, de uno y otro partido, pero especialmente en Andalucía. En las elecciones los ciudadanos damos la confianza, con más o menos suerte, a un candidato y luego, en un mal entendido ejercicio de la responsabilidad, se entregan la confianza unos a otros. Es lo que pasó cuando Chávez lo hizo con Griñán y ahora Griñán lo hace con Díaz; pero no somos ni mucho menos la única comunidad autónoma que sufre esta suerte de democracia.

Es de respetar que si una persona en el cargo de la presidencia decide que ha concluido su labor, singularmente cuando concurre alguna enfermedad, abandone el cargo. Sin embargo, quien se ha presentado como candidato, con la boca llena de pomposas palabras y frases como que va a dignificar la democracia y la política, que va a luchar por los ciudadanos... esa persona debe agotar la legislatura, darlo todo por un ideal. Esto es de radical importancia, puesto que es la presidencia lo que está en juego, la confianza a un candidato. No se trata de un consejero o un ministro puesto a dedo, que ni tan siquiera se ha tenido que presentar en las listas. No, sino de el primero de la candidatura, y se va. Vale. Pero convoque elecciones.

No vale apoderarse de la voluntad de los ciudadanos (aunque Griñán perdió las elecciones) para colocar en la palestra a un miembro del partido. En Andalucía gobierna una coalición, PSOE e IU. Griñán se va; pues el gobierno lo debe coger el Vicepresidente, Banderas. Es lo lógico. Pero IU también traiciona a sus votantes y se baja los pantalones ante el pestilente uso de la política que hace el PSOE.

 Esto no es democracia. Necesitamos unas elecciones ¡Ya! Basta de aprovecharse de la confianza de los ciudadanos para obtener el bien propio y del partido. Fuera los insulsos. Abajo con el imperio de la "dedocracia". La mayor expresión de democracia, de sanidad política, son las elecciones. Por eso ¡elecciones en Andalucía, ya!