22 de septiembre de 2013

Se cumplió la profecía de san Malaquías

Cuando el papa Benedicto XVI anunció su renuncia a principios de año, temí por la Iglesia. Según la profecía de san Malaquías, Ratzinger es el penúltimo papa, tras el cual hubiera de venir el "papa negro". Y en cierto sentido se puede decir que así ha sido, se ha cumplido la profecía de san Malaquías. De hecho, al General de la Compañía de Jesús, a la que pertenece Bergoglio, se le conoce como el "papa negro".



Jorge María Bergoglio, el papa Francisco, supone una revolución tal para la Iglesia que se puede considerar el fin de una época y el inicio de una nueva era. Su talento para centrar el mensaje de Dios en las personas y por a estas por delante de la Iglesia, es en sí el fin de la Iglesia como se conocía hasta ahora. Su nueva visión sobre la homosexualidad, el papel de la mujer, la proximidad a los pobres... son gestos y actitudes que antes solo se veían en algunos hombres de bien, de forma ocasional y que no llegó nunca trascender más allá de los corazones vaticanos.


El hecho de que el papa tome todas sus decisiones en reflexión y consulta con un grupo de ocho cardenales; que las personas, sean cuales sean sus géneros y condición, están por delante de la Iglesia... son gestos tan mayúsculos que abruman. Me conmueve conocer cada día los actos de este hombre de fe que está abriendo el corazón de todos hacia el acogimiento de Dios.


Para quienes quieran conocer más sobre su pasado, su presente y su futuro, recomiendo la lectura de la entrevista otorgada a las revistas de la Compañía de Jesús que se puede leer en Razón y Fe.

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