11 de febrero de 2014

La larga marcha - Stephen King

En la última Feria del Libro Antiguo y Ocasión pregunté a varios libreros sobre ejemplares de Stephen King, el maestro del terror. Pero habían desaparecido de las estanterías como en una de sus novelas antológicas. Finalmente di con un ejemplar, que no por lo atractivo de su portada llamó mi atención (supongo que sería el único que vi y la necesidad mandaba): La larga marcha. Con el libro en la mano no fue hasta hace unos días cuando me senté a leer la novela. Pero no ha podido ser. Hay veces que no se fragua el vínculo entre el lector y el libro, y esta ha sido una de esas ocasiones en las que el redactor no ha acertado. Una vez leí que a todo libro había que darle la duda de las diez primeras páginas. Yo le he dado la duda de las ochenta primeras, sin haber visto el anzuelo por ningún lugar. Así que sin anzuelo, ni carnada, he optado por colocarlo en la sección de leídos de mi biblioteca, aunque antes merece la mención correspondiente.


Sinopsis

La larga marcha es la historia de un joven, Raymond Garraty, seleccionado junto a otros noventa y nueve chicos para participar en una prueba anual de resistencia. A la voz del “Comandante” los cien jóvenes deben andar a paso ligero sin descanso hasta que el último de ellos quede solitario. Entonces, el vencedor es colmado de gloria y satisfechos todos sus deseos de por vida. Pero tras cada paso hay aterradoras normas que irán acabando con la vida de los participantes.

Lectura

¿Realmente se puede considerar lectura algo que no he terminado de leer? Pongamos que sí. Aunque La larga marcha se me ha hecho una novela infumable, a pesar de haberle dado una gran oportunidad.

Este libro no se publicó bajo la firma de Stephen King originariamente. Fue con el seudónimo de Richard Bachman como se presentó en las librerías en 1979. Un ejemplar que en Estados Unidos está considerado entre los cien mejores libros para la lectura adolescente. Por lo que no hay que extrañarse del comportamiento inhumano que muestran algunos chicos de la primera potencia mundial.

Sea como sea La larga marcha está basada en una absurda idea que tiene poco de terrorífica y mucho de paranoia. Una prueba en la que los jóvenes son “asesinados” por patrullas del ejército que velan por la integridad de la Marcha. Con normas tan absurdas como permitir el sexo durante la prueba. De verdad, ¿qué se había fumado este tío? ¿Pretende hacer llegar a la juventud el afán de superación como meta final? Pues si es así se salta una norma básica: el fin nunca justifica los medios. Basta recordar que quienes caen presa de los calambres propios de una prueba deportiva, o simplemente se les han soltado los cordones de los zapatos, son víctimas de una absurda muerte. ¿Y que gana el solitario líder? lo que quiera. Sí, haces una prueba de marcha y ganas lo que quieras de por vida. Insisto: este tío estaba fumado cuando escribió esta sarta de improperios morales.

Lo peor de todo es que buscando en Internet he visto que esta prueba está basada en unas similares que se desarrollan en USA y en la que se inspiró el maestro del terror. Espero que al menos no disparen a los perdedores, sino van a tener que acabar con el presidente Bush.

Para mí la calificación está clara: no pierdas el tiempo leyendo La larga marcha, hay libros mucho mejores, entre ellos algunos de Stephen King, como Cujo.

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